En una nueva alianza con la sede regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos, se realizó el conversatorio, Cine y derechos humanos: ¿Nada que ver? apelando principalmente al cuestionamiento sobre si el cine y los derechos humanos son dos aspectos que se entrelazan y generan un diálogo.
El encuentro, que se llevó a cabo a las 18:30 horas, en la Carpa de la Ciencia CECs, fue moderado por el actual Director Regional del INDH, Felipe Guerra, quien sostuvo que “se ha discutido que el cine chileno es sesgado, que solo alimenta el odio y no permite cerrar heridas, (…) el título es una provocación a esta crítica, que le pide al cine ser un ejercicio apolítico. Queremos abrir el debate sobre la idea de que existe un altísimo volumen de cine nacional asociado a esta temática. Pero si se trata de cifras, según Cinechile, entre 2000-2021 solo un 15% de los estrenos chilenos fueron de corte político”.
Luego abrió el conversatorio con el panel de invitadas y creadores, que estuvo conformado por Alejandra Moffat, Escritora y guionista (1976, de Manuela Martelli; La casa lobo); Cristóbal León, Director de cine (La casa lobo, Los huesos); y Claudia Huaiquimilla, Directora de cine (Mis hermanos sueñan despiertos; Mala junta).
“Lo que más me gusta del cine, tiene más que ver con las preguntas que abre que con la película misma (…), el cine permite ahora hacer un cruce, no tan claro, entre lo documental y no (tan documental), el gran poder del cine tiene que ver con el punto de vista. Si hay horrores tan grandes como son las dictaduras, que se hagan mil películas, con distintos puntos de vista”, expresó Claudia Huaiquimilla.
Cristóbal León, director de cine, se refirió a su infancia para explicar su interés por el cine político chileno: “Cuando niño veía las películas gringas, que venían con toda esta invasión cultura, y ahora que soy adulto, es mi momento de hacer mi contribución al cuento de hadas animado chileno, que tiene que tener racismo, opresión y violencia política, porque esas son las realidades en las que crecimos. Es mi momento de tomar mi realidad, mi propia mitología y y convertirla en película”.
“Me inspiró mucho el trabajo de Carmen Castillo, Macarena Aguiló y Albertina Carri con Los Rubios, película que me parece muy transgresora, pues agrega una mirada tierna, y una mirada absurda a la violencia (…) muy interesante su ejercicio de apropiación de una historia tan grande como son las dictaduras, y pasarla por un cuerpo, una memoria y una forma representación muy particular, el poder hablar de un lugar personal, sin solemnidad”, agregó la escritora Alejandra Moffat.