Probablemente la película chilena más esperada de cuantas se exhibieron fuera de las secciones competitivas del 30º FICValdivia fue «El realismo socialista”, de Raúl Ruiz y Valeria Sarmiento, que se estrenó en el Aula Magna de la Universidad Austral de Chile.
El filme que Ruiz rodó entre 1972 y 1973 quedó sin concluir después de la partida del director a Francia, y fue la productora POETASTROS quienes levantaron nuevamente el proyecto, organizando la titánica tarea de rescatar y restaurar el material original que se encontraba disperso entre Estados Unidos y Europa. Fue Valeria Sarmiento quien organizó un nuevo montaje y completó un corte de 78 minutos, cincuenta años después de su filmación, que es el que se estrenó en el Festival, también en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado.
La película es una mirada mordaz a los últimos meses del gobierno de Salvador Allende, escenario tensionado al máximo socialmente y el que se establecen historias cruzadas: la intento de unos obreros por tomarse la empresa en la que trabajan para lograr su operatividad, la de un grupo de intelectuales de izquierda que tratan de plegarse a la lucha política de manera efectiva y la de un funcionario estatal enmarañado en la burocracia administrativa de la que es parte.
Todos estos insumos apuntan a una visión crítica y mordaz de la izquierda del período, a las visiones opuestas sobre el proyecto político anidadas al interior del Partido Socialista y a la ambivalencia entre las implicancias sociales del proceso revolucionario y los sacrificios personales que ese mismo proceso implicaba.

Estreno en Aula Magna UACH. Valdivia (2023)
El filme prolonga en muchos sentidos la mirada cruda hacia la lumpen burguesía expuesta en Tres tristes tigres y en Nadie dijo nada y que se hará más radical, incluso, en Diálogos de exiliados. Junto a ello están las señas de estilo inconfundibles del Ruiz de este período: la construcción de situaciones verbales que operan como paradojas y juegos de palabras, la estructura inorgánica y libre y una puesta en cámara dominada por planos largos de gran vitalidad, gracias al trabajo impecable de Jorge Müller.
En el montaje organizado por Valeria Sarmiento hay también una voluntad de hacer dialogar el filme con el presente y es virtualmente imposible, desde ese punto de vista, no analizar los actuales procesos políticos de Chile a la luz de las contradicciones que Ruiz observó en esos años.
El realismo socialista cierra la trilogía ruiziana compuesta además por La telenovela errante (2017) y El tango del viudo y su espejo deformante (2020), rescates realizados por el trabajo de Chamila Rodríguez y Galut Alarcón desde POETASTROS, siendo todas estrenadas en FICValdivia.